por Enrique Ayala Mora
Hay muchas formas de acercamiento al estudio de la historia de la prensa. La más conocida es inventariar los periódicos que han ido apareciendo, caracterizarlos y comentar su contenido, así como la personalidad de sus redactores. Es frecuente que se haga una relación con la vida política y se expongan los principales debates surgidos en cada coyuntura.
En nuestro país hay varios buenos ejemplos de esta alternativa. La más notable es la “Historia de la prensa de Guayaquil”, de Camilo Destruge, obra central de nuestra literatura especializada ecuatoriana. Hay gran cantidad de publicaciones sobre la prensa en las provincias. También se han publicado estudios sobre periódicos específicos que han hecho época, o se han escrito libros referidos a grandes periodistas.
Una visión histórica general ofrece “El periodismo en la dialéctica política ecuatoriana”, de Alfredo Albuja Galindo, un aporte notable, entre otros motivos porque es en cierta forma única en el país. Se trata de una historia del periodismo nacional escrita desde la visión del papel político. El autor dice que no es una historia acabada, sino “Apenas una trayectoria del quehacer periodístico en el torrente de nuestra política, agitada, convulsa y hasta turbulenta”. En esa trayectoria, los protagonistas son los periódicos y los periodistas, reconociendo que ambos son parte de un proceso de desarrollo de la sociedad que se da a base de una dialéctica de contradicciones y enfrentamientos, al cabo de los cuales avanzan dificultosamente la libertad y la democracia.
La obra es una historia de la prensa y en especial de su papel político. No se refiere a otros medios de comunicación sino muy marginalmente. Pero es una visión nacional y global. En este sentido, es muy singular, ya que en el Ecuador las historias de la prensa se han circunscrito a ciudades, provincias y regiones. En la mayoría de los casos han sido una relación de los periódicos publicados en la localidad, comentados en orden de su aparición. Desde luego que estos trabajos son valiosos, pero no siempre permiten entender el contexto social y político en que la prensa ha surgido y actuado. La obra de Albuja, en cambio, se basa justamente en esa relación entre prensa y política.
Sobre todo si se toma en cuenta que se trata de un esfuerzo por cubrir dos siglos y de dar una visión nacional, su lectura es muy importante. Por ello es destacable el esfuerzo de Ediciones La Tierra para publicar este libro de Alfredo Albuja Galindo, como parte de una serie dedicada al pensamiento socialista.
La obra debe ser leída como una importante parte de ese pensamiento.Al mismo tiempo, debe ser también considerada como material de consulta para académicos, estudiantes y periodistas.
A inicios del siglo XXI, el libro va a vivir una nueva vida con esta edición.
Fuente: El Comercio,27.9.13 por Enrique Ayala Mora, historiador y analista ecuatoriano