El expresidente, periodista y miembro del Tribunal Nacional de Ética Periodística, Carlos Mesa, afirmó ayer que “el poder político no es tolerante con los medios de comunicación” y que la libertad de expresión pasa por momentos “complejos”.
“Hemos entrado a un escenario en que el poder político no es tolerante con los medios de comunicación y tiende a generar una equívoca interpretación entre el mensaje y el mensajero”, sostuvo.
Mesa se expresó en este sentido en el acto de posesión de los miembros del nuevo Tribunal Nacional de Ética Periodística, del que el reconocido periodista y expresidente del país forma parte junto a Julio César Caballero, Mario Ríos, Carlos Derpic y Jorge Lazo Quinteros.
“Los ataques contra la libertad de expresión en los últimos años han sido comparativamente mucho mayores que los que hemos vivido en tiempos democráticos a partir de 1982”, dijo Mesa.
El Gobierno central ha iniciado varios procesos contra medios de comunicación impresos y una agencia de noticias.
No obstante, la presión contra los medios también ocurre en los gobiernos locales, como el de Santa Cruz, donde la Alcaldía lanzó ataques contra el periódico cruceño El Deber.
Este escenario, para el expresidente “no es saludable” en un sistema democrático que vela por las libertades.
Sin embargo, también llamó a los periodistas, a los medios de comunicación y a los gremios periodísticos a aplicar con mayor vigor la “autorregulación” y demostrar al poder político que existe la capacidad para “juzgarnos a nosotros mismos” y establecer los límites necesarios.
En su criterio, la autorregulación también pondrá en evidencia al poder cuando cometa excesos al abrir juicios, generar miedo y cuando pretenda -lo más grave de todo- forzar a la autocensura en los medios.
Similar visión planteó la presidenta de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Lupe Cajías, quien habló de “los momentos difíciles” por los que atraviesa la libertad de expresión en el país.
En relación a la Ley de Imprenta, Mesa comentó que se constituye en un referente “simbólico” porque mantiene en esencia la preservación y la garantía de la libertad de expresión, pese a ser considerada “obsoleta”.
Desde el inicio de la presidencia de Evo Morales, la relación entre Gobierno y medios fue de permanente tensión. En muchas ocasiones las autoridades gubernamentales expresaron que los medios de comunicación han jugado el papel de opositores.
El Gobierno también presiona a los medios a través de la publicidad, varios de los cuales no tienen publicidad estatal.
Tribunal recibió 50 denuncias
El Tribunal Nacional de Ética saliente recibió en su gestión 50 denuncias, de las que 44 fueron resueltas. En seis casos, el Tribunal se declaró sin competencia y una fue presentada extemporáneamente.
Las denuncias se plantearon desde ocho departamentos del país, informó ayer su presidente saliente Alberto Bayle.
“El número de denuncias registradas es considerado satisfactorio en relación a denuncias en países que llevan años con tribunales. La cifra del nuestro denota un conocimiento moderado del Tribunal en la ciudadanía”, sostuvo.
En su informe, Bayle manifestó que la mayoría de las denuncias está vinculada al tema de la dignidad de las personas, malos tratos, calumnias, injurias de parte de medios de comunicación o periodistas y también al daño causado a partir de información falsa o no confirmada.
“En la mayoría de los casos se acataron los fallos” del Tribunal, aunque con reacciones, en algunos casos, airadas, comentó Bayle. En ese sentido, Carlos Mesa dijo que el resultado del Tribunal es “incuestionablemente positivo”.
Fuente: Página siete, 22.5.14