El rol de las Defensorías de las Audiencias

Desde el amanecer de la recuperación democrática, miles de mujeres y de hombres soñaron con que las audiencias de la Argentina tuvieran un organismo público para poder canalizar sus reclamos y consultas ante las posibles vulneraciones del derecho a la comunicación. Pero recién en noviembre de 2012, casi treinta años después, comenzó la creación de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, el primer organismo nacional creado para recibir y dar curso a los reclamos, denuncias y consultas del público, comprendido como nuevo sujeto de derechos.
Con la tradición del Consejo para la Consolidación Democrática, los 21 puntos básicos para el derecho a la comunicación, de la Coalición por una Radiodifusión Democrática (que acaban de cumplir 10 años), y las experiencias nacionales e internacionales, empezó a fundarse este organismo sin capacidad sancionatoria, pero con una gran capacidad de diálogo, de ser enlace y puente entre las audiencias, la nueva ciudadanía comunicacional y los medios de comunicación audiovisual.

La comprensión de que la información no es una mercancía, sino un derecho, y que la comunicación no es un mero negocio, sino un servicio, de interés público, que implica responsabilidad social por parte de quienes trabajan en la comunicación y de quienes son responsables de las licencias, son las vigas maestras de este organismo. No es una tarea sencilla que cada uno de los actores que construyen la comunicación todos los días compartan esta perspectiva o la reflejen en sus decisiones cotidianas.

Por eso, la esencia de nuestra tarea es pedagógica: creemos en la construcción colectiva de una comunicación plural, diversa e inclusiva, con la participación activa de las audiencias. Sólo así el derecho humano a la comunicación, consagrado como un derecho sistémico de doble vía, puede ser real, tangible y concreto.

En este año y nueve meses de trabajo, capacitamos a más de 20 mil personas de todo el país, más de 600 oradores expresaron su opinión fundada sobre la radio y la televisión ante 2420 participantes, en nueve audiencias públicas. Acompañamos la creación de tres radios de pueblos originarios y campesinas, resolvimos de manera positiva el 70 por ciento de las más de 3200 presentaciones sobre trato discriminatorio, violencia mediática hacia las mujeres, incumplimiento del horario apto para todo público, grillas de programación incompletas y falta de accesibilidad para personas con discapacidad en los medios de comunicación audiovisual. El 30 por ciento restante aún está en trámite, pero seguramente seguirá el mismo camino.

Cada paso que damos en la Argentina, no lo hacemos en soledad, sino acompañados por las Defensorías de los oyentes, los televidentes, los radioescuchas y los públicos de toda América latina.

Las democracias latinoamericanas avanzan hacia una profundización que, necesariamente, deberá implicar el reconocimiento y el ejercicio de los múltiples derechos humanos, entre ellos el de la comunicación. Así lo demuestran las distintas leyes y proyectos que en los últimos años consagraron la comunicación como derecho humano, con igualdad de acceso y oportunidades.

En ese escenario emancipatorio, el intercambio de experiencias, el debate y la formalización de lazos de cooperación y enriquecimiento entre las Defensorías de las Audiencias de América latina y otras instituciones vinculadas con la promoción del Derecho a la Comunicación resulta fundamental.

De allí que la Defensoría del Público de la Argentina decidiera realizar el Primer Congreso Latinoamericano de Defensorías de las Audiencias, entre el 15 y 16 de septiembre próximos, aquí en Buenos Aires. Vendrán defensoras y defensores de Brasil, México, Colombia y representantes de Perú, Ecuador, Uruguay y Chile.

Se desarrollarán ponencias y debates dedicados al rol de las Defensorías de las Audiencias en la protección de los derechos comunicacionales de grupos históricamente marginados, la promoción de la investigación en el campo de la comunicación y los nuevos marcos regulatorios de la radio y la televisión, que buscan dejar atrás escenarios mercantilistas de concentración de la comunicación, que tanto daño causan a las democracias.

Firmaremos además dos compromisos de trabajo: el primero para promover acciones que busquen erradicar la violencia mediática hacia las mujeres en toda Latinoamérica y el segundo para crear la primera organización latinoamericana de Defensorías de las Audiencias.

Este congreso tiene la intención de convertirse en un espacio que contemple nuestras identidades, culturas, idiomas y también nuestros problemas y desafíos como Defensorías, en nuestra tarea cotidiana de amplificar las voces de las audiencias y corregir las asimetrías entre la nueva ciudadanía comunicacional y los medios de comunicación audiovisual. Será aquí, en esta Latinoamérica hermanada, que dice presente de cara a las generaciones futuras.

Fuente: Página12, 10.9.14 por Cynthia Ottaviano, defensora del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual.

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