“Los canales más importantes del país son altamente sexistas”

La autora del estudio Entre el discurso y la realidad… considera que las revistas de televisión y radio banalizan temas como la violencia y el feminicidio.
Patricia Flores es comunicadora social y experta en género. Los últimos meses se ha sumergido en una exploración con la que buscaba desvelar cuál es el rostro que los medios masivos -televisión y radio- en La Paz muestran de la mujer. “La respuesta a esa cuestión, lamentablemente, ha resultado espeluznante”, expresa.
La autora del estudio Entre el discurso y la realidad. Aproximación a las tensiones entre patriarcado, machismo y homofobia… considera que, si bien, las mujeres ya no están en la televisión sólo para temas de belleza y cocina, existe una espectacularización de los medios a la hora de abordar temas referidos al feminicidio o la violencia contra la mujer.
También considera que se ha caído en una especie de decadencia, ya que los medios apelan al sexismo y cosificación de las presentadoras quizá para atraer audiencias. De todo esto, la investigadora conversó con Página Siete.
¿Cómo ve el abordaje de los medios masivos sobre temas relacionados con la mujer?
Los datos siguen siendo espeluznantes. Las mujeres son referente noticioso en el 30% de los casos frente al 70% de los espacios informativos que son ocupados por los hombres.
¿En qué medida se tiene la presencia de las mujeres en los medios?
De igual forma, las mujeres que forman parte de los equipos de redacción o de periodistas de los medios de comunicación masivos en la actualidad suman un 30%. También se ha subido, pero muy poco. En 1995, se tenía el 20% de mujeres en medios, es decir que en los últimos 20 años esto ha subido tan sólo el 10%.
¿Incidirá en algo la presencia de las mujeres en los medios en el abordaje de temas referidos a violencia y feminicidio?
Lamentablemente el tener una presentadora mujer no influye en cómo se muestra la realidad. Me ha sorprendido mucho que los hombres que dan las noticias son siempre los hombres de terno, serios. En cambio, las mujeres son las que están con poquita ropa ¿por qué?
Todavía hay un rasgo enorme de sexismo y cosificación de las mujeres en los medios más importantes del país. Creo que las condicionantes se dan desde los propios equipos de producción. ¿Qué los motiva elegir un rostro y un cuerpo bellísimo, antes que una profesional seria y bella?
¿Cuáles son los medios que ha contemplado para su investigación? ¿Qué resultados ha arrojado este estudio?
Me he acercado básicamente a los noticieros y revistas de los medios de comunicación que tienen mayor cobertura en La Paz (Red Uno, ATB, Unitel, PAT y Cadena A, entre otros), además de las revistas de la mañana. También se ha realizado un monitoreo en los medios impresos.
Hemos encontrado que la prensa escrita, principalmente, trata de ser cuidadosa cuando toca temas como el feminicidio. No hay adjetivación, no hay términos que descalifiquen a las mujeres, pero se remiten únicamente a la descripción fría del hecho.
Y ¿qué pasa con la televisión y la radio?
Hay más matices. Se ha visto la espectacularización cuando se usan, por ejemplo, los efectos sonoros o en el énfasis que (los presentadores) dan a la voz al emitir una noticia de violencia o feminicidio. Sin embargo, donde se dan mayores juegos, y quizá irresponsables, es en las revistas tanto televisivas como radiofónicas, que son principalmente conducidas por jóvenes que no están informados y pueden pasar de un feminicidio a presentar un tema frívolo sin ninguna transición en medio. En ese contexto se está banalizando el feminicidio.
¿Cuál es el riesgo de este abordaje?
El problema es que cuando el espectador o las audiencias ven eso, el hecho pasa como uno más. Deja de tener la relevancia que debería.
¿Estaremos ante una decadencia de los medios?
Yo creo que sí, pues en esta suerte de ganar audiencias de seguir estos paradigmas, tan fuertes que tienen más de 20 años como el estilo Tinelli, pretenden ser amenos, pero terminan frivolizando absolutamente todo.
Falta una dosis de información, de rigurosidad en el manejo comunicativo y falta una dosis de seriedad ante el feminicidio, pues no estamos hablando de poca cosa.
Se habrá mejorado en algo desde la promulgación de la Ley 348, para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia?
A dos años de la implementación de la norma, parece que el remedio ha sido peor que la enfermedad. Mucha gente que trabaja con víctimas de violencia cree que -al haberse penalizado muchas figuras de la violencia contra las mujeres- los niveles de escarmiento hacia éstas son peores, pues muchos hombres adoptan la postura de: “Si me denuncias, el escarmiento va a ser peor”.
Por otro lado, nuestras autoridades tampoco le han dado la importancia que merece el tema. Si uno se acerca a los presupuestos que destina el Estado boliviano en todas sus reparticiones puede comparar: para infraestructura se asigna un 40% mientras que para la lucha contra la violencia y el feminicidio sólo un 2%.
Esto nos da una pauta de cuánto vale la vida de las mujeres en este país
Fuente: Página siete, 14.12.15 por Carla Hannover, periodista

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