Si hay un panorama rico en complejidad y en variedad en Bolivia, ése está en el mundo de las radios. Un mundo forjado al calor de la historia y desde donde la radio ha surgido como el medio de comunicación, donde, con mayor fuerza, diferentes sectores sociales han logrado hacerse sentir e incluso constituirse.
El tan mentado ejemplo de las radios mineras es ineludible, pero no menos importante es el caso de las radios en El Alto, que le han dado mucho más que la televisión: una envoltura informativa y de sentido propio a la ciudad de El Alto. Ahora que tanto se problematiza a los jóvenes, no se los logra interpretar ni entender, la radio ha sido y sigue siendo uno de los medios de comunicación más accesibles para ellos y ellas y, por lo tanto, en todas las radios del país abundan los programas de jóvenes.
En el caso nuestro, como feministas con la Radio Deseo, hemos logrado, entre muchísimas cosas, convertir la lista de padres irresponsables en una auténtica institución social. También la radio es, para nosotras, una trinchera de lucha contra la violencia machista y contra el victimismo.
El único programa contra la usura bancaria se emitió por Radio Deseo. El único programa que no trata el feminicidio como noticia, sino como problema estructural de la sociedad, se emite por Radio Deseo. La radio, en general, ha logrado que mucha gente hable, que mucha gente comunique. Eso sólo ha sido posible gracias a un factor, que es la acumulación de historia y de saberes. Hay una gran competencia entre radios porque la oferta es rica y múltiple.
En ese contexto, el espectro electromagnético es un bien análogo a la tierra, no puede ser tratado simplemente con un criterio mercantil por parte del Estado. Quienes hemos venido trabajando las señales de radio, sembrando un público, sembrando ideas, invocamos hoy el derecho a la libertad de expresión, invocamos el derecho a la organización e incluso el derecho a la seguridad jurídica.
Con ese común denominador, Asbora, la Asociación Boliviana de Radiodifusión, ha logrado reagrupar al conjunto de radios a nivel nacional para constituir una sola voz y proponer al Gobierno la renovación colectiva y en bloque de las frecuencias de radio. Renovación que no afecta ni a las radios estatales ni a las llamadas comunitarias, como bien lo demuestra el documento que se presentará al Gobierno.
Entendemos y, en este caso hablo sólo por Radio Deseo, que, precisamente, el Gobierno está pasando por un momento en el que necesita repensar muy bien cada paso que da. Las radios son hoy el foro de discusión social más democrático de la sociedad boliviana, permiten un flujo de voces imprescindible. El modelo estatal de comunicación no es exitoso porque no ha entendido esto y porque no tiene la creatividad ni la vitalidad para hacerlo.
Cerrar, asfixiar, enfrentarse con el mundo de la radiodifusión no le conviene. El mundo de las radios hoy se ha convertido en uno solo, ha entendido que si tocan a uno tocan a todos y por eso, justamente, la presentación de este documento en bloque, como unidad.
La entrega colectiva del documento de análisis y propuesta al Gobierno será este viernes en un acto organizado por Asbora que, además, será transmitido en cadena nacional por todas las radios afiliadas. Un acto comunicacionalmente muy potente, una señal nítida de que somos una sola y única voz. Algo que no ocurría en Bolivia hace décadas.
Cadena radial nacional sin necesidad de decreto ni de conminatoria, nada más que de la necesidad de garantizar la continuidad de nuestro trabajo. La continuidad de nuestra oferta comunicacional y la continuidad de nuestras voces para nuestros diferentes públicos.
El antecedente de cierre de medios más cercano en la historia de Bolivia fue el cierre de Radio Metropolitana. Todos conocemos los efectos de ese atropello cometido por el MNR y creo que todos, especialmente los gobiernos, recibieron la lección política de ese atropello.
Radio Deseo recibió la posta de un gran comunicador, Mario Castro, construyó su propia propuesta comunicacional en una original combinación de feminismo y cultura rock, encendimos otra libertad en el dial y pretendemos seguir haciéndolo. Somos parte de Asbora y con la misma fiereza que estamos nosotras ahí, están decenas de radios más.
Fuente: Página siete, 16.3.16 por María Galindo, miembro de Mujeres Creando