La Asociación de Periodistas de La Paz (APLP) expresó ayer su “total rechazo” a las declaraciones del ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, quien el fin de semana acusó a los trabajadores de la prensa y medios de ser “bufones a sueldo” y “que viven a costilla del imperio”.
“Expresamos nuestro total rechazo a las declaraciones emitidas que denotan una falta de respeto a ciudadanas y ciudadanos que trabajan en medios de información, cumpliendo tareas que tienen como único fin informar a la sociedad con ética y veracidad”, señala el comunicado de la organización de periodistas.
El texto agrega que “las acusaciones” de Quintana “son infundadas y carentes de verdad”.
El sábado, el Ministro de la Presidencia se estrelló otra vez contra algunos medios y periodistas. “Los periodistas pro imperiales han vivido a costillas de la platita del imperio. El pueblo boliviano vive gracias a su trabajo digno y sacrificado. No le debemos nada al imperio y como no le debemos nada no nos vamos a someter, como estos bufones a sueldo que los tenemos en algunos medios de comunicación y que tratan de dañar la credibilidad y el liderazgo del presidente Evo Morales”, dijo en un conversatorio sobre el libro Bolivia Leaks, en el auditorio de radio San Gabriel en la ciudad de El Alto.
Quintana, fiel a su estilo, no cejó en poner etiquetas a los trabajadores de la prensa a quienes en más de una ocasión tildó de ser enemigos del Gobierno. Al finalizar su discurso, en el conversatorio en El Alto, dijo que el Gobierno no se dejará intimidar por el “cártel de la mentira que todos los días le miente al pueblo boliviano para cobrar su plato de lentejas en la Embajada de EEUU”.
La APLP, mediante su comunicado, instó “a todas las autoridades del Estado a presentar pruebas fehacientes de sus acusaciones contra periodistas y medios de comunicación para demostrar el supuesto caso de desestabilización al actual Gobierno, protagonizado por periodistas profesionales en el ejercicio”.
La pasada semana, Quintana tildó a Página Siete de “polilla sin sangre” y de tener una “huella digital” en la muerte del viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes, quien fue asesinado en Panduro por una turba de mineros cooperativistas, otrora aliados del Gobierno.
Fuente: Página siete, 15.9.16