La mañana de viernes se inauguró en el salón Gran Potosí, al interior de la Casa de la Moneda, el Décimo Congreso Nacional Ordinario “Gualberto Medrano Caballero” de la Asociación de Periodistas de Bolivia, que tuvo el objetivo de analizar aspectos de carácter económico, político, social y temas institucionales.
En un acto previo a la inauguración del referido congreso, los periodistas asistentes al mismo, fueron declarados “Huespedes Ilustres” de la ciudad de Potosí, por el Concejo Municipal de esa ciudad; entre ellos los representantes de la delegación tarijeña, Javier Vega, Presidente de la Asociación de Periodistas de Tarija y Lidia Campos, Secretaria de Relaciones de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia.
Este congreso concluyó el sábado con la aprobación del manifiesto de Potosí y la elección del nuevo directorio de la Asociación de Periodistas de Bolivia en la que fue reelegido Pedro Glasinovic.
Esta es la declaración “in extenso” del documento aporbado en la ocasión:
DECLARACIÓN DE POTOSI
La mordaza y la mentira de hace 14 años no deben volver a Bolivia. El postulado tan repetido y por eso pleno de verdad histórica: sin libertad de prensa no hay democracia, ha alcanzado en este tiempo una dimensión que llena de orgullo al pueblo boliviano y especialmente al pueblo potosino porque desde aquí se levantó, junto a otras regiones del país, la portentosa bandera de la libertad.
La valiente decisión de los bolivianos de defender sus derechos en todos los escenarios, así fuese en la calle, nos planteó a los periodistas el gran desafío de ser o no ser. La tarea por la verdad caló hondo porque siempre será una tarea común: no estábamos y no estamos solos en el esfuerzo de rescatar la plenitud de los derechos, empezando por la libertad de expresión y de prensa, de información, de opinión; en resumen, la libertad de pensar: el derecho básico de la convivencia humana.
Lo que todos sentíamos era un avasallamiento de la libertad que tenía diferentes matices, ahora con visos de continuidad. Y los periodistas resultamos el blanco de 12 leyes con artículos que afectan nuestro trabajo diario. y que fueron develando poco a poco la verdadera intencionalidad de un sistema de gobierno para el que la libertad no tenía ningún significado: junto a la manipulación de la normas regulatorias y administrativas del Estado en contra de los medios se montó un aparato comunicacional destinado al adoctrinamiento atentatorio a los derechos fundamentales de las personas. Cualquier observación a estos despropósitos se encasillaba en el teatro demagógico con el denominativo del cartel de la mentira, alentado desde el gobierno nacional y replicado a nivel regional. Lamentablemente, el gobierno lo convirtió en una política de Estado para la que destinó millonarias inversiones.
Es necesario este repaso para reafirmar nuestro apego a la libertad y para declarar con vehemencia que la tarea por la verdad no tiene tregua y no puede encandilarse al calor de coyunturas que pretenden acomodar las leyes a intereses personales y de grupo.
En ese contexto destacamos la valentía del pueblo boliviano, especialmente de las nuevas generaciones que supieron defender las libertades individuales y colectivas por encima de intereses políticos y partidarios. El periodo iniciado en noviembre pasado por la lucha consecuente del pueblo boliviano corre el riesgo de ser desnaturalizado por acciones que solo hacen prevalecer intereses de grupo o partidarios y no los grandes objetivos de la Patria.
El peligro para nuestra libertad fue incluso más allá al aflorar afinidades con los flagelos como el narcotráfico, la corrupción, la falsa nacionalización de los hidrocarburos, la manipulación de la justicia y la temática indígena, discurso sobre el medio ambiente, la supuesta descolonización y lucha contra el racismo.
Es oportuno, por tanto, convocar a un análisis sobre la intromisión de apasionamientos políticos en el noble trabajo de informar. Tenemos que levantar un escudo para proteger a la sociedad de esos afanes de manipular la opinión ciudadana. La tarea de opinar, de informar, de orientar no puede desconocer elementales normas de respeto a los lectores, oyentes y televidentes.
Y aquí en Potosí, los periodistas bolivianos ratificamos que tenemos los desafíos: proteger el estado de derecho, la democracia, la Constitución Política del Estado, la Ley de Imprenta, la voluntad ciudadana que emana de las ánforas y la defensa de los recursos naturales como el litio.
Saludamos el retorno de la democracia reafirmando que la libertad de prensa es su única garantía y que deben respetarse en este gobierno de transición y los sucesivos.
Es dada en la ciudad de Potosí, en el X Congreso de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia a los 8 días del mes de febrero del 2020