”Quo Vadis Bolivia?”: Comienza el Éxodo Boliviano

Mucha gente, especialmente joven, probablemente no entienda la famosa expresión  latina con la que empiezo este artículo, por lo que voy a hacer una breve recapitulación de la misma:

Todos sabemos que en tiempos de Jesucristo, Roma era la superpotencia de la época y su idioma, el Latín era el oficial en todos los territorios que conquistaba.

También sabemos que Simón Pedro, el discípulo al que Jesús le encomendó la formación de su Iglesia, fue a esa ciudad a expandir la doctrina cristiana para cumplir con este mandato.

Asimismo sabemos que esa misión era muy peligrosa, puesto que esa religión estaba prohibida en ese Imperio y a los que sorprendían practicándola, los usaban como comida para los animales salvajes, como forma de macabro espectáculo.

Así la situación, Pedro sufrió un arrebato de miedo y se decidió a abandonar su misión y escapar de Roma.

Fue entonces que en medio camino encontró a Jesús cargando su cruz y le hizo la pregunta que quedaría para la posteridad: “Quo Vadis Domine?”, (a donde vas Señor?) a lo que Jesús respondió: “Romam vado iterum crucifigi”, (voy a Roma a ser crucificado de nuevo).

San Pedro avergonzado, emprendió el retorno y cumplió su misión pero tuvo que pagar un alto precio: el de la crucifixión, que dicho sea de paso, pidió que lo crucificaran cabeza abajo para no asemejar la crucifixión de Jesús.

La elección del pasado domingo 18 de octubre, es una analogía que en alguna medida se puede equiparar a este pasaje bíblico.

Según el Órgano Electoral Plurinacional,  el Movimiento Al Socialismo, (MAS) ha ganado la votación y por ello Bolivia será nuevamente “crucificada”, por el pecado de la corrupción, la inmoralidad, la ignorancia, , el anhelo de poder, el abuso de autoridad, la compra de conciencias, la pedofilia y toda la gama de malas prácticas que hacen al ejercicio del poder cuando este proviene de pasiones bajas como el prebendalismo, el engaño, el odio, el racismo y otras debilidades del ser humano.

Como empedernido demócrata, yo continúo sosteniendo que la democracia es el mejor sistema de gobierno y aunque tenga sus limitaciones, el voto de la gente se tiene que respetar independientemente de lo que ello pueda ocasionar, aún así sea la ruina para todo un pueblo.

No voy a caer en el fácil argumento de señalar culpables y apuntar a la “clase política”, como culpable de esta situación, por su falta de unidad, de desprendimiento personal y de grupo (de lo que carecieron ciertamente), sino voy a recalar en que es un hecho, que ni unida la oposición hubiera podido superar este aciago momento.

Entonces, el problema no sólo está en los políticos, sino en el pueblo boliviano, que decidió volver a elegir, (esta vez a sabiendas) que elegía a los pedófilos, violadores de niños, ladrones de las arcas del estado, a los que abusan de una ley sometida por ellos, a los que se aprovechan una y otra vez de la ignorancia de ciertos sectores de la población, a los que dividen para reinar, a los que dilapidan los escasos recursos del Estado, a los que nunca construyeron un hospital, en fin, en suma, a los que tuvieron en sus manos las riendas de este país y lo condujeron por la senda equivocada.

UN PUEBLO QUE A SABIENDAS ELIGE ENFERMIZOS POLÌTICOS, ES UN PUEBLO ENFERMO, como visionariamente un escritor boliviano ya lo había señalado hace algún siglo.

Ahora Bolivia inicia  un nuevo ciclo, pero esta vez, el partido gobernante no tendrá la suerte de contar con precios de las materias primas “por los cielos”, con una sumisa Asamblea Legislativa Plurinacional de “levantamanos”, ni con la población adormecida por el letargo de la indiferencia.

Lo que va a enfrentar ahora el MAS, no es el terreno abonado que encontraron en su anterior gestión, sino todo lo contrario, una economía al borde del colapso,  la camuflada desocupación se multiplicará en los próximos días;  con reservas internacionales al límite; el contrabando como la única forma de empleo y  micro empresas que terminarán de cerrar por falta de mercados inundando las calles de informales, más de lo que ya están.

Ante este desolador panorama la generación de jóvenes bolivianos va a tener que emprender el camino del éxodo para intentar encontrar mejores oportunidades de futuro, tal cual lo hicieron años atrás los venezolanos que hoy mendigan las calles del mundo.

Al igual que lo hizo años atrás Venezuela y recientemente Argentina, el pueblo boliviano se ha equivocado en su decisión y tendrá que pagar un alto precio por ello.

Quiero terminar este artículo de opinión con una frase del conde francés, Joseph de Maistre que acuñó hace más de dos siglos para determinar los excesos cometidos durante la Revolución Francesa y que todavía sigue vigente.  “Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”.

* Javier Vega, es Presidente de la APT

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